Cómo aquel 12 de julio
Un sonido fuerte de la habitación de al lado y sollozos incontrolables fue lo primero que escuche aquella mañana.
- Se murió.- Decía mi tiita, derramando pequeñas gotas de lágrimas.Mientras mi mamá y mi madrina se encontraban en camino a verlo, yo perdí a mi abuelo.
Nos enteramos de que era diabético y no se cuidaba; ahí es cuando comprendes que la vida es un segundo.
Unos días antes, era su última llamada. Fui la última que escucho su voz diciendo “me duele el corazón”. Él quería hablar con mi mamá, pero estaba trabajando.
Ese 12 de julio vi llorar por primera vez a mi abuela, estresada y eso que llevaban años separados, pero nunca divorciados. Vi a mi mamá perder al amor de su vida y a mi madrina tratando de llevar todo bajo control.
Era un hombre al que admiraba por como aguantaba el calor del Zulia y el de Valencia, porque yo no puedo con el de Caracas. También como aún sin estar físicamente, siempre estaba.
Hace 9 años partió, dejando una huella. Extrañamos sus llamadas decembrinas, porque todo maracucho celebra sus parrandas en grande. Sus chistes y sobre todo su panza de cervecero.
Hoy estoy convencida de que se fue en el momento indicado, pero vaya que fue un imprevisto. Diez días antes de mi graduación de primaria, mi mamá de directora en un colegio y justo a principios de julio.
El mundo no estaba preparado para seguir viéndote entre nosotros. Siempre en nuestros corazones.
Hugo Urdaneta
12-07-2011
Me gusto mucho la parte del calor, no puedo estar más de acuerdo contigo,era todo un guerrero, leer algo en este pedasito de Internet siempre me deja algo, justamente le di un abrazo a mi abuelo de 79 años y le dí las buenas noches, valoraré un poco más lo que me queda de su compañía, gracias por siempre compartir aquí estas anétodas
ResponderBorrarFueron unos días que marcaron nuestras vidas hija y jamás los olvidaré, sé que desde el cielo nos guía en todo momento. Siempre lo recordaremos.
ResponderBorrarQue bello mi niña preciosa...Luis nieves
ResponderBorrarNunca estamos preparados para la pérdida de un ser querido. Pero si guardamos la esperanza de la promesa de nuestro Dios en volverlos a ver.
ResponderBorrarMe hizo acordar a mi abuelo, gracias Mari por este momento de lectura que me hizo volver a sentirlo cerca, y revivir esos recuerdos en mi mente. Att: Ruben.
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ResponderBorrarSiento lo de tu abuelo, se muy bien lo que es perder a alguien. Seres que no se olvidan nunca... gracias por compartir tu entrada con migo, siempre encantado de leerte! ;)
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